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Cuando conversamos con una empresa y nos dice que tiene HA, Alta Disponibilidad, y que por lo tanto su infraestructura ya está segura, les preguntamos si su disponibilidad es 100%. Siempre contestan que nada es 100% seguro y entonces comenzamos a hablar sobre DRP
El asunto de llamarles a las cosas de una manera específica es humano. Nos gusta que lo que se llama de una forma sea exactamente como el nombre describe y causa mucha bronca que alguien le llame de manera distinta. Lo mismo pasa con los conceptos de Alta Disponibilidad y DRP porque significa una cosa específica para cada persona. Así que será buena idea iniciar estableciendo una descripción que permita llevar esta conversación, pero luego, cada quien puede seguir llamando como quiera a lo que quiera y tan amigos como siempre.
Alta Disponibilidad, HA o High Availability
Es el concepto que indica que un sistema estará disponible el mayor tiempo posible dadas características de redundancia en sus componentes.
DRP o Disaster Recovery Plan
Es el plan que determina los recursos y acciones que ejecutarán estos recursos para poder restablecer la operación tecnológica de un sistema, una vez que suceda una contingencia.
Todo el asunto se basa inicialmente en el manejo de riesgos, es decir, en la manera en que una empresa evita, elimina o mitiga una amenaza que tiene más o menos posibilidades de suceder. Y es desde ahí que tiene que hacer algo con las amenazas. Por ejemplo, para la amenaza de un ciberataque instala ciberseguridad, o para la amenaza de un volcán evita instalarse en las faldas del Popocatépetl. Lo mismo hace con las amenazas a su infraestructura, instala redundancia para evitar que falle un fierro. Pero las amenazas siguen ahí. Los ciberataques, el volcán o la posibilidad de falla de hardware pueden suceder, aunque después de la mitigación la posibilidad sea baja.
Y a partir de ello entonces podemos entender cómo son distintos la Alta Disponibilidad y el DRP:
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Pero esto no es una competencia, no es que uno sea mejor que otro, solo son distintos y hechos para distintos objetivos. Se trata de entender si para una empresa es más conveniente tener uno, otro o ambos, pero nunca ninguno de ellos. Cada empresa deberá determinar qué camino le es más conveniente en función de su transaccionalidad, vulnerabilidad, etc. y, por supuesto, del dinero que esté dispuesto a perder en caso de una caída y al que esté dispuesto a invertir para solucionarlo.
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